domingo, 27 de noviembre de 2011
Es difícil superar lo malo que te pasa, pero qué fácil es a veces olvidarte de lo bueno
Hola Tony, buenos días
No me conoces, pero escuché tu historia. Tú, junto con dos personas más, fuiste protagonista durante una hora de una entrevista póstuma. Tres compañeros míos representaron vuestros papeles, y el tuyo me llamó demasiado la atención. La vida es difícil para un alcohólico, y siento tener que ser tan directo pero quiero comprenderte.
Siempre lo tuviste todo: amigos, familia y dinero para estudiar y forzarte una vida digna. Y lo hiciste, te licenciaste en turismo. Una carrera preciosa que te llevó al sur de la isla a trabajar en un hotel. Un joven inteligente, con idiomas y mucho interés y carisma en la vida ¿cierto?. Supongo que no fue en aquellas infinitas noches locas que pasaste en los pubs, olvidando al mundo y despreocupándote por ti, gastando los cigarrillos de la caja comprada por tus colegas mientras el humo inundaba tu presencia, donde por equivocación probaste la droga que te consumió. La materia prima, el "agua" que se mezcla con los refrescos para quitar burbujas. El alcohol. No, ese gusto lo habías adquirido muchos años antes. Quizás con quince o catorce años, cuando descubrías la calle y la juerga organizada por jóvenes de tu edad. Cuando te llamaron cobarde, niño chico, al negarte la primera vez. Nenaza al negarte la segunda. Y te dieron la espalda a la tercera, rindiéndote y cediendo a sus órdenes. Órdenes que años más tarde acabaría con tu vida.
El cómo te convertiste en el borracho del grupo no me interesa. Eso no le pasa a cualquiera. Debías ser débil, psicológicamente, para dejarte llevar de tal manera. Pero no es culpa tuya, o al menos no del todo. La vida y lo que en ella te ocurre no depende nunca de un solo factor, son muchas las cosas que se mezclan y crean un resultado. Pero tu puedes elegir qué factores utilizar en la receta, y me apena que no hayas acertado.
El tiempo pasa y son muchas las oportunidades que se te ofrecen para cambiar, para volver atrás. Para cocinar una vez más. Te ayudaron en aquel centro de rehabilitación, pero estoy seguro de que no fue la única ayuda que se te ofreció. Quizás tus amigos nunca mostraron su preocupación por ti, desde luego no los amigos con los que te juntabas. Pero apuesto a que no eran los únicos en tu entorno. Espero que tuvieras a alguien que te quisiera de verdad, y que deseara verte feliz y realizado. Independiente, independiente del alcohol. Pipol sin duda fue uno de ellos, y me repito: no fue el único.
Mas salir de la mierda en la que te habías metido es difícil, muy difícil. A veces demasiado. No basta con recibir ayuda, con quererte y con que te quieran. Debes ser fuerte, debes saber que lo puedes superar todo y creer que lo harás. Debes tener esperanza, y sacrificarte para conseguir una vida mejor. Debes sufrir en el intento, recuperarte nunca será un camino de rosas. Pero ese sufrimiento será gozado por tu ser, pues notarás que lo que haces te limpia por dentro. Te convierte poco a poco en lo que deseas alcanzar. El ser independiente que ya antes nombré.
Temo que no lograste creer en ti, o tal vez no te dijeron que para superar lo malo hay que sufrir. Te querías, eso nunca lo dudaré. Y te querían. Y te aceptaste tal y como eres, reconociste tu homosexualidad. Y aunque muchos rehuyeron de ti cuando la afirmaste, tú te importabas Tony, y no dejaste de importarte. Pero sufrir no le gusta a nadie, y para hacerlo hay que creer en un futuro mejor.
Nadie te podrá reprochar nada. Ni siquiera tú. No fuiste capaz de superar una adicción. Pero fuiste buena persona con los más necesitados, fuiste capaz de aceptarte tal y como eres y sabías lo que tenías que hacer. Y lo intentaste. A lo mejor no te dio tiempo de alcanzar tu objetivo, a lo mejor tanto sacrificio provocó tu muerte por sobredosis. Inconsciencia, o tal vez incapacidad. Pero nunca dejaste de ayudar y querer a los demás.
No estás loca Tony, sufriste. Y ahora que has dejado de sufrir debes estar orgulloso por todo lo que sí hiciste en este mundo aleatorio. Y apunta un logro más: nos has hecho ver que la vida es muy difícil cuando uno se deja llevar, y te aseguro que gracias a ti muchos de nosotros tendremos una vida mejor. Gracias a tu ejemplo, y tu ejemplo vivirá siempre conmigo. Con nosotros.
Muchas gracias Tony, y disfruta ahora que puedes de lo bueno que has vivido.
Fmado: Alejandro y Christian