La palabra exégesis quiere decir estudio. Interpretación de aquello que no conocemos o que se nos presenta de un modo abstracto, difícil de entender a primera vista. Como la Biblia, por ejemplo. Y he aquí el uso más frecuente de la palabra, pues exégesis se suele relacionar al estudio analítico de la Biblia, de lo que ella dice y de lo que nos quiere transmitir y enseñar. De esta forma, a la hora de hacer una exégesis bíblica que se llamaría, debemos seguir ciertos pasos. Lo primero y más importante a la hora de entender el texto sería analizar la época en la que fue escrito. ¿Cómo se pensaba entonces? ¿Cómo era la vida? De esta forma podremos saber qué significado tienen algunas palabras, palabras que al traducir literalmente podríamos confundir; pues es importante conocer el pensamiento de los que las escribieron para saber qué querían decir exactamente. Una vez conozcamos la forma de pensar de la época, debemos interpretar el texto. ¿A qué se referían utilizando las metáforas que plagan la Biblia? Eso lo hemos de interpretar, nadie nos lo dirá claramente. Sin el primer paso, el segundo sería irrealizable. O peor aún, erróneamente realizable. El tercer paso es llevar esta enseñanza a nuestra vida actual. Intentemos sacar provecho de lo que leemos. Ahora que lo hemos entendido bien, aprendamos de ello y apliquémoslo. Solo así estaremos siguiendo el mensaje de Dios. Solo siendo capaces de comprender el fondo de las palabras escritas en cada uno de los textos bíblicos podremos estar orgullosos de seguir las enseñanzas cristianas. Y es por ello que la exégesis bíblica es tan importante, porque es el medio por el cual llegamos al mensaje. Al mensaje que nos quieren transmitir de verdad.
Firmado:
Alejandro y Christian